Polémico desastre en
La alfombra roja
El 20 de abril de 2013, la bellísima y joven actriz Pamela Rodríguez, estaba como cualquier dama
antes de ir a una fiesta, preparándose para ir a la alfombra roja de su
película y estaba feliz porque era su primera en la que era la protagonista de una
trama de terror. “La succionadora siniestra”. Inesperadamente, la actriz se
rajó el vestido con la puerta de su limusina cuando estaba entrando, pero como
cualquier adolescente, no creyó que eso iba a traer inconvenientes ya que era una cosa insignificante. La
alfombra roja de su nueva película quedaba un poco lejos de donde ella vivía,
quedaba en Los Ángeles, California, y era un viaje más que largo para Pamela.
El viaje trágicamente duró 2 horas, según la actriz, dice que antes de llegar
se había tomado unas botellas de alcohol, pero según el chofer esas “unas”
fueron el doble de las que afirma haber tomado.
Cuando estaban por llegar,
el chofer le preguntó a la actriz si estaba bien, a lo que la actriz le
contesto “Sge” queriendo decir “Si”. El se quedó asustado y no entendió lo que había
querido comunicar la actriz. Pero no dijo nada. Llegaron y la actriz
bajó de la limusina con una mirada siniestra y muy desequilibrada. En
cuanto cerró la puerta, como por arte de magia, la actriz quedó completamente
desnuda, su lujoso vestido estaba extremadamente roto a un costado de su
limusina. La actriz se desespero y salió corriendo frenéticamente como un tigre
hacia el interior del cine, pero repentinamente, en el medio de la lujosa tela
roja, se cayó provocando todo un amontonamiento de paparazis alrededor de ella.
Parecían unos arqueólogos encontrando una pieza de hueso única. Según algunos
pocos testigos que había además de los paparazis, los hombres y las mujeres se
quedaron impresionados y asombrados ante el perturbador hecho, uno que otro
hombre le sacó fotos con el celular, lo que hizo que la actriz se enfadara mas
y mas. Una mujer afirmó: “Era todo un desastre, excepto para los hombres que
estuvieron presentes”
La actriz quedó tan
frustrada que ferozmente arrancó un pedazo de alfombra roja y se cubrió con
eso. Tan furiosa estaba que rompió casi todas las cámaras que tenían fotos de
ella, fue como un criminal tratando de ocultar todas las evidencias de su
crimen. Pamela juró pagarles a todos los paparazis las cámaras que había roto
con la condición de que no muestren las fotos de ella a los medios de
comunicación. Los paparazis aceptaron el trato y solo la gente que estaba
presente ese día vio lo escandalosa y
perturbadora que puede ser una actriz con unas copas de más encima.
Mejor, Luciano. Muy bien.
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